sábado, mayo 30, 2015

Visión estratégica para el futuro

No hay ninguna razón para tener una Armada y la Infantería de Marina. [El] General Bradley me dice que las operaciones anfibias son una cosa del pasado. Nunca vamos a tener ninguna operación anfibia más. Acabemos con la Infantería de Marina. La Fuerza Aérea puede hacer cualquier cosa de la Marina puede hacer hoy en día, por lo que acabemos con la Marina.

-Secretario de Defensa Louis A. Johnson, diciembre 1949, en contexto de la llamada "Revuelta de los Almirante", en la que muchos altos mandos estadounidenses pelearon por conseguir más fondos, planteando que solamente su rama del servicio podría ganar la siguiente guerra. Finalmente muchas de las ideas propuestas más radicales no se llevaron a cabo debido al escándalo producido.

sábado, mayo 23, 2015

El avión más grande propulsado por motores de pistón (y el de mayor cantidad de motores)

Uno de los primeros B-36, en 1949.
La Guerra Fría creó muchos monstruos, y no solo en cuanto a cuestiones morales y bélicas, sino también en cuando a artefactos de impresionante tamaño.

Aunque poco conocido, el caso del Convair B-36 Peacemaker ha quedado en la historia como uno de estos enormes muestras de poderío.

Como en una gran cantidad de casos, hay que buscar los orígenes de esta monstruosidad en la Segunda Guerra Mundial. Hacia 1941, se empezó a diseñar un bombardero pesado que pudiera bombardear objetivos alemanes en Europa si, llegado el caso, Inglaterra caía y EEUU se quedaba sin bases avanzadas en el continente.

Las prioridades de la guerra y el enorme desafío técnico hizo que solo hacia finales de la década, con la guerra terminada, los primeros B-36 salieran de la línea de ensamblaje, sin estar exentos de problemas de fiabilidad y producción.

Para comparar: el B-29, la Superfortaleza Volante de la
Segunda Guerra Mundial, con su heredero, el B-36.
En los 50s, cada día se hacían cosas más grandes.
Aunque un desarrollo más avanzado de los superbombarderos de la década que terminaba, el Peacemaker tenía una característica que muchos consideraban obsoleta: seis motores de pistón. El compromiso, sin embargo, era necesario: los motores a reacción, aunque más modernos, estaban en desarrollo, y además consumían mucho combustible. Hubiera sido imposible, con la tecnología de la época, crear un avión con el mismo alcance que el B-36 pero con motores de reacción.

De todas maneras, aunque el Peacemaker ya era considerado el avión bombardero de pistón más grande del mundo construido en serie, era lento y pesado de maniobrar; algún piloto dijo que era como volar una casa. Requería enormes pistas de aterrizaje, que no estaban disponibles en muchas sitios. No había hangares lo suficientemente grandes como para albergarlo, por lo que tenía que ser dejado a la intemperie, dificultando mucho el mantenimiento, sobre todo en las bases árticas.

En 1952, con la introducción de la versión B-36D, se solucionaron en parte estos problemas. La idea era sencilla, aunque no exenta de una buena dosis de improvisación: agregar cuatro motores a reacción. Así, mientras los seis motores de pistón giraban en su curiosa configuración de empuje (puestos con las hélices hacia atrás, para mejorar la aerodinamia del aparato), dos motores en cada ala otorgaban potencia extra en los despegues y en momentos de la misión en la que se necesitara más potencia.

Un B-36 con su configuración final.
A partir de allí el aparato mejoró sus capacidades ofensivas, aunque seguía siendo lento y difícil de mantener y utilizar. Mientras se desarrollaba su sucesor, el B-52 Stratofortress, que estaría motorizado solamente con reactores, se siguió utilizando pero en misiones de cada vez menor importancia, hacia que fue dado de baja definitivamente diez años después de su entrada en servicio, en 1959.

Así, el B-36 logró no solo el record del mayor avión con motores de pistón producido en serie, sino que también alcanzó, con estos últimos modelos, el record de mayor cantidad de motores en un avión de serie. Las tripulaciones de esa época hablaban de sus aviones diciendo que tenían "seis motores girando y cuatro quemando". Ni qué decir que el mantenimiento de estos monstruos no se simplificó, sino que se hizo mucho más largo y duro. Pero bueno, era lo que había en la época.


El B-36, debido a su enorme tamaño y capacidades de carga, fue utilizado
para varios tipos de experimentos y prototipos. Aquí se ve a uno de los
modelos de 10 motores probando la posibilidad de un "caza parásito".

Para comparar: el B-58 Hustler, el B-36 Peacemaker y el B-52 Stratofortress.

Los últimos B-36 en un cementerio militar de aviones.

jueves, mayo 07, 2015

Se cierra Casus Belli

Cuesta decirlo, y hace unos días que tomé la decisión pero no encontraba ni el tiempo ni las palabras. Casus Belli cerrará durante el mes de mayo de 2015, por tiempo indefinido.

A mitad de 2001, yo era un aficionado al armamento y la historia militar, y también, como siempre, un escritor aficionado muy entusiasta. Ya tenía mucha experiencia en Internet, algo que para entonces estaba naciendo, y quise crear un sitio web donde pudiera comentar todo lo que estaba leyendo en inglés. Pensé que habría ahí muchos aficionados a estos temas que no encontraban información fiable o que tenían que leerla con esfuerzo de sitios que no comprendían.

Así comencé a armar el sitio, traduciendo artículos de la red, pero también investigando y expandiéndolos con más información que tomaba de otras fuentes. Yo compraba muchas revistas y enciclopedias, y jugaba un poco al historiador y al investigador. Así fue creciendo el sitio, así fui aprendiendo mucho sobre historia y también, justamente, sobre cómo investigar.

Durante años, hubo períodos buenos y malos. Estalló la burbuja de las .com y perdí una gran posibilidad de que el sitio me sirviera para ganar algo de dinero en una época en la que no tenía trabajo y realmente lo necesitaba. Varias veces tuve que cambiarlo de hosting por problemas técnicos, por costos altos y tocas así. Más adelante gracias a la publicidad pude hacerme cargo de su mantenimiento, en parte, y me sirvió para comprar material nuevo que usaba para actualizarlo. Mientras tanto, al sitio le pasó de todo. Perdí muchos datos en una rotura masiva de un disco rígido, lo remodelé como media docenas de veces con gran esfuerzo, actualicé muchos artículos tres o cuatro veces, agregué, borré, corregí y volví a poner muchas secciones... Todo por mi cuenta, solo y a pelo. Desde el contenido hasta el código HTML. Compilé videos... bueno, los que visitaron el sitio ya lo saben.

También hubo muchos períodos de inactividad, porque no tenía tiempo o ganas de escribir nuevos artículos, debido a momentos de mi vida muy particulares.

Tal vez este sea uno de esos hiatos, pero lo cierto es que el sitio va a salir de Internet por un tiempo indefinido, algo que no pasó nunca, según recuerdo, en toda su historia.

La razón, lamentablemente, es simple y contundente: el dinero. No estuve pasando por una situación muy fácil en estos últimos años. Hace tiempo dejé un muy buen trabajo para dedicarme a la docencia y la transición no fue fácil; hubo meses en donde no tenía ingresos y por eso, casi siempre lo que podía cobrar por la publicidad del sitio iba simplemente para pagar lo más básico. Recién hace unos días comencé a trabajar en un empleo de medio tiempo en un colegio cercano, pero tengo algunas deudas y la necesidad de ahorrar dinero para otros urgentes proyectos personales. Por si fuera poco, de un año para otro, gracias a la inflación galopante que tiene Argentina, el servicio de hosting duplicó su costo. Simplemente los números no cierran.

Así que en estos días, el sitio Casus Belli dejará de funcionar, cuando le dé de baja oficialmente frente a la empresa de hosting.

¿Volverá? Yo creo que sí, pero no lo sé. Una opción es encontrar algún servicio de hosting gratuito o mucho más barato. Ahora mismo esto se complica por lo inminente de la factura (mitad de mes) y el hecho de que estoy tapado de trabajo y obligaciones; la noticia realmente cayó en el peor momento posible. Espero que todo sea nada más que una pausa, como muchas otras que ha habido.

Mientras tanto, este blog seguirá funcionando, y de hecho, a modo de revancha, planeo una serie de entradas para los próximos meses.

Creo que no queda mucho más para decir. Agradezco a todos los que visitaron el sitio al menos una vez, por tantas visitas, mensajes, comentarios y mil cosas más. Espero volver a estar ahí más adelante. Mantener el sitio ha sido una experiencia fenomenal, como dije, aprendí mucho y disfruté mucho. Así que tal vez no sea más que una retirada estratégica para ganar tiempo.